miércoles, 6 de abril de 2011

A NUESTROS MAYORES

En la juventud, la belleza es un accidente de la naturaleza, en la vejez, es una obra de arte.
El arte de envejecer consiste en conservar alguna esperanza.
La madurez es el arte de vivir en paz, con lo que es imposible cambiar.
Cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.
Para el profano, la tercera edad es invierno;para el sabio, es la estación de la cosecha.
No es viejo aquel que pierde su cabello, sino el que pierde su última esperanza.
Mirándolo bien, no somos tan viejos, lo que pasa es que tenemos muchas juventudes acumuladas.
Amamos y admiramos las catedrales antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme e incalculable valor moral y espiritual de nuestros mayores.........

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